Internet de las cosas. La conexión será diez veces más veloz que la actual y reaccionará 200 veces más rápidamente que cualquier respuesta humana. Los vehículos autónomos podrán circular y los objetos se conectarán para interactuar

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24 de marzo de 2019, 4:00 AM
24 de marzo de 2019, 4:00 AM

Una nueva revolución tecnológica está llamando a la puerta. Las redes 5G -la quinta generación de telefonía móvil- abren el camino hacia el desarrollo de Internet de las cosas, un modelo de interrelación que permitirá la comunicación entre los objetos.

Quienes investigan las conexiones del big data, la inteligencia artificial y la robótica, auguran cambios sociales y económicos aún más profundos de los que hace dos siglos trajo la industrialización. Todo irá mucho más acelerado. Porque la clave del éxito de 5G es la velocidad ultrarrápida de las conexiones y una drástica disminución de la latencia, de manera que el tiempo de respuesta de un dispositivo desde el momento en que se le dé una orden es mínimo. El retardo será de un milisegundo, frente a los más de 10 que ofrece 4G, o los 200 de una reacción humana.

Una sociedad hiperconectada favorecerá la circulación segura de los coches autónomos: los vehículos se podrán comunicar entre ellos a través de un enjambre de cámaras y radares, y a la vez procesar la información al instante para evitar accidentes o hacer más fluido el tráfico.

El sistema 5G tendrá también un fuerte impacto en la generación de imágenes de ultraalta definición o en la cirugía remota. Hospitales como Clínic de Barcelona han diseñado un programa piloto que conecta a los cirujanos con salas de operaciones ubicadas en lugares distantes. A decenas o a miles de kilómetros. El 5G puede saltar de un continente a otro en un tiempo récord.

Algo que no hace mucho tiempo parecía ciencia ficción está a punto de convertirse en realidad. La presentación en sociedad de este espectacular avance se realizó el mes pasado en la sede del Mobile y en la sala de operaciones Optimus del Clínic, uno de los quirófanos más avanzados del mundo, donde Vodafone ha desplegado la tecnología 5G.

El wifi también cambiará

Esta es solo una de las múltiples aplicaciones de las nuevas redes, llamadas a dar otra vuelta de tuerca a la manera en que nos comunicamos. Pero, antes, la Unión Europea tendrá que fijar un estándar para todos los operadores y adjudicar nuevas frecuencias para esta panoplia de servicios. La tecnología no espera, y EE UU y China avanzan a toda velocidad.

Mientras se espera a partir del próximo año la llegada del prometido 5G móvil, que multiplicará por 10 la velocidad estándar del actual sistema, la sexta generación wifi ha comenzado ya. Los fabricantes empezaron a comercializar los routers preparados para el nuevo estándar de conexión inalámbrica (802.11 ax) y las compañías de dispositivos tecnológicos alistan sus productos para un sistema que aporta más seguridad, más velocidad y más densidad en el tráfico, entre otras ventajas. Samsung ha abierto la brecha con el Galaxy S10, ya preparado para la nueva era. A la compañía coreana se ha sumado Huawei.

“Es como una autopista con más carriles y en la que podemos meter más vehículos y más grandes”, explica Jesús Yanes, director de la compañía taiwanesa de desarrollo de soluciones de conectividad EnGenius.

El 5G, la vanguardia móvil, no sustituirá a la conexión inalámbrica. Todo lo contrario, la nueva generación de telefonía y el wifi son dos vértices del triángulo de la tecnología.

La otra gran novedad de este wifi es la incorporación del Easy Connect, una forma de simplificar la conexión a la red de los dispositivos sin pantalla -los pertenecientes a la llamada Internet de las Cosas- de una forma segura. Esta forma de conectarse requerirá el uso de un código QR. Poco a poco, los fabricantes adoptarán Easy Connect.

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