Escritores y editoriales analizan las fortalezas y debilidades de una de las muestras literarias más grandes del país. Aplauden la construcción de una cultura de interés por la lectura en el público

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9 de junio de 2019, 6:00 AM
9 de junio de 2019, 6:00 AM

La Feria Internacional del Libro de Santa Cruz de la Sierra (FIL 2019) llega a su fin. Hoy, a las 22:00, se realizará el cierre de la fiesta literaria más importante del departamento y en el que los más de 200 expositores se despedirán hasta el próximo año, cuando se celebre la XXI versión.

Con dos décadas sobre los hombros, la FIL se ha convertido en una de las muestras más esperadas, por las novedades y lanzamientos que se presentan, además de la formación de nuevos lectores a través del tan visitado pabellón infantil.

Este año, la organización estuvo a cargo de una nueva directiva de la Cámara Departamental del Libro, a la cabeza de Ana María Justiniano, quien ha estado presente en cada una de las jornadas de la feria vigilando que las actividades programadas se cumplan.

Consultamos a nueve actores (directos e indirectos) de la FIL, quienes aceptaron el reto de analizar las fortalezas y debilidades de esta gestión en la que se cumplen 20 años de aquella vez que se inició en el Parque Urbano.

“La feria siempre ha estado evolucionando. Esta versión está más fácil de transitar, porque los espacios están más accesibles”, comentó el escritor cruceño Wolfango Montes.

Para el gestor cultural Arturo Lora, es importante analizar los puntos débiles de la muestra con el objetivo de que se puedan ir corrigiendo y así pensar en una FIL mejorada de aquí a 20 años o más.

“Ya no debemos mirarnos el ombligo, sino observar las grandes ferias internacionales, copiar todo lo bueno que hay allí”, enfatizó.

Noveles en la narrativa como Martín Zambrana, asegura que el público y su culturización en la lectura es lo más destacable, ya que este trabajo ha sido resultado de la FIL.

Para el periodista Carlos Valverde, la presencia de editoriales y librerías de otros departamentos ha generado una mayor competitividad para las locales.

Desde Cochabamba, la administradora de la editorial Kipus, Mary Rodríguez aplaudió la consciencia del lector cruceño al momento de buscar sus libros. Otro escritor cruceño, Carlos Hugo Molina, destacó igualmente el orden que se ha visto reflejado durante estos casi 12 días.

Desde la editorial 3600, Willy Camacho observó algunas fallas, posiblemente debido al cambio en la directiva de la Cámara, pero sería como “un derecho de piso que se paga como primera versión”.

Para María José Parejas, de la editorial La Hoguera, el clima fue un factor importante para la gran cantidad de público que asistió.

Finalmente, el escritor Edmundo Paz Soldán destacó los encuentros que se han realizado en el marco de la feria, como el de narrativa, microficción y poesía.

La FIL 2019 pasará a la historia con los aplausos de sus actores, pero también con la necesidad de escuchar las voces de quienes han visto este desarrollo.

ACTORES DE LA FIL 2019

Carlos Hugo Molina, escritor

“Pareciera que se ha logrado un mayor espacio. Se han ampliado los lugares por donde la gente debe transitar. Las dificultades están en el clima y de un elemento externo, que parece difícil de manejar, que es el tema económico que disminuye las oportunidades y posibilidades de comprar libros”.

Carlos Valverde, escritor

“Me gusta más que antes. Veo que hay más literatura; antes había mucha Biblia. Hoy uno encuentra, incluso, libros de Yuval Harari. La feria debe ser menos distracción y más interés. Todavía los nombres de los escritores siguen siendo más importante que la temática del libro y eso va por parte de la organización”.

Wolfango Montes, escritor

“Mejoró mucho el personal, ellos están más capacitados para atender. A veces tienen esa intuición de lo que busca un lector. Entre las debilidades, debería haber mayor divulgación de los autores dentro de la feria. Pienso que lo que nos está faltando es más marketing para los libros”.

Martín Zambrana, escritor

“Este es mi primer año como autor, pero los otros he venido y se nota que hay muchas más personas. La gente conoce más de los libros, saben lo que quieren y buscan lo específico. El Gobierno Municipal y el Departamental deben aportar a la publicidad para que la gente se sienta motivada a venir”.

Arturo Lora, gestor cultural

“Falta que hagamos el gran click para que el mundo digital ingrese. Otra cosa es la diferencia entre el stand Bolivia y Brasil, que más parece un depósito. Es bellísimo ver los estudiantes y eso es un punto alto de los expositores y la feria, pero tiene que haber un feedback”.

Willy Camacho, Editorial 3600

“La fortaleza de siempre es la gran infraestructura con la que se dispone, la única en el país. Cuando doña Sarita (Mansilla) estaba al frente de la feria, esto funcionaba como un reloj. No hay quién anuncie las presentaciones en las salas o que algún autor está en tal estand”.

Mary Rodríguez, Editorial Kipus

“La feria del libro en Santa Cruz es la mejor, porque el público está consciente de la literatura que tenemos y nos buscan. Tiene que crecer, pero en un solo ambiente, porque divididos no llegan a conocer todo. El público se cansa de entrar y salir de los pabellones”.

Edmundo Paz Soldán, escritor

“Los encuentros en el marco de la feria, este año, me parecieron más sólidos, coherentes y compactos. Eso tiene que ver con la experiencia que han ido ganando los organizadores. Sería ideal una coordinación entre la Cámara y las librerías para disponer de las obras de los autores invitados”.

María José Parejas, editorial La Hoguera

“Las redes sociales han jugado un papel muy importante y la Cámara ha sacado provecho. Entre las debilidades están que ya no se hacen anuncios por los altavoces. La parte infantil ha desmejorado un poco, antes era más vistosa y tenía más actividades en el teatro”.