Las compañías testifican que la escasez de dólares dio inicio a una serie de dificultades, que se agudizan con el incremento salarial. Algunas ya proyectan subir sus precios

30 de abril de 2024, 9:00 AM
30 de abril de 2024, 9:00 AM

Micro, pequeños, medianos y grandes empresarios, al unísono, elevaron su voz, por el incremento salarial decretado por el Gobierno, del 5,85% al Salario Mínimo Nacional (SMN) y un 3% al haber básico, en un escenario de inflación real y subyacente, según los economistas, debido -principalmente- a la escasez de dólares, que no ha encontrado una salida, pese al optimismo del Gobierno.

EL DEBER realizó un sondeo en empresas de distintos rubros en Santa Cruz, donde se pudo recoger que la falta de dólares ya ha provocado inflación en los costos de operación, sobre todo en el precio de los insumos importados, por lo que, desde el inicio de la escasez -febrero de 2023-, se realizan ajustes para evitar una subida de precios de sus productos, lo que puede restarles competitividad.

Ana Carola Justiniano, gerente de la industria cárnica La Porcina, señaló que, al momento, algunas empresas proveedoras de insumos como empaques, ya sufren por ‘quiebre de stock’ debido a la inflación, lo que puede contagiar a la industria que dirige.

“Lo que estamos haciendo es ajustar todo lo que son gastos, porque no queremos afectar al producto; estamos negociando con los alquileres y con los proveedores. Para nuestro sector es complicado porque somos proveedores de carne para restaurantes y, si aumentamos el precio, ellos tienen que aumentar el precio en el menú” precisó Justiniano.

Apuntó que debido a las señales que está dando la economía para el presente año y el próximo, “será complicado”, sabiendo que 2025 será un año electoral. “Todos los proyectos de inversión que teníamos los estamos dejando de lado y nos vamos a concentrar en las ventas y mantener el personal,  porque no tenemos seguridad, no sabemos qué va a pasar, por ahí se disparan los precios”, manifestó Justiniano.

Por su parte, Amelia Solórzano, gerente general del Grupo Patra, indicó que la empresa, desde la pandemia, no se puede recuperar del golpe y que la actual crisis que atraviesa el país, cambia el panorama de planificación en áreas como producción, ventas o hasta inversiones en nuevos horizontes.

“Pero el problema mayor son nuestras importaciones de materia prima, donde hemos sido golpeados por las altas comisiones bancarias y demora en poder hacer nuestros pagos en dólares. Esto pone en riesgo la continuidad de nuestro trabajo y de nuestros colaboradores”, dijo Solórzano, quien calificó de “insólito e insostenible” el incremento del SMN, que  puede ser un detonante  para el desempleo.

“Creemos que es tiempo de vacas flacas y hay que estar preparados. Ya hemos sobrevivido a otras crisis en el pasado y eso nos da la experiencia para tomar medidas que nos permitan seguir trabajando. En estos momentos nos encontramos evaluando y analizando estrategias que nos permitan vadear este mal momento”, agregó la empresaria de la industria textil.

Desde los cimientos

La ex presidente de la Cámara de la Construcción de Santa Cruz (Cadecocruz), Carolina Gutiérrez, subrayó que la crisis de los dólares continúa afectado al sector y el reciente incremento al SMN provocará una ola de despidos en las próximas dos semanas, mientras que los empleos formales se convertirán en informales.

“Lo que es maquinaria y toda la burocracia para conseguir el diésel está afectando, incrementando muchísimo los precios y el que sufre es el empresario constructor, porque ya tiene un compromiso para cumplir la obra y terminarla, aunque sea a su costo. En el caso de las compañías que trabajan a nivel público (con el Estado), no existe el reajuste de los precios”, lamentó Gutiérrez.

Consideró que con el incremento salarial se da un “remate” al sector, pues es un porcentaje que no se veía desde hace mucho tiempo. “Creo que no era el momento. Seguramente se verá, a futuro muy corto, el cierre de empresas y al que más perjudica es al trabajador, porque los gerentes (de las empresas) deben buscar la forma de economizar y existen dos formas: el despido definitivo o el despido con recontratación, que es lo que están haciendo muchas empresas”, lamentó, al indicar que el 60% de los costos del sector de la construcción es la mano de obra.

Para Gustavo Araúz, gerente comercial de la importadora de acero Monterrey, su empresa mantiene un nivel de eficiencia financiera y operativa que le permite enfrentar la coyuntura actual, pero el desafío permanente está en la capacidad de adaptación al entorno, respondiendo a las necesidades de sus clientes.

“Definitivamente, el costo salarial para las empresas implica replantear la estructura operativa desde la eficiencia en las operaciones, apoyados en la tecnología y en el desempeño de sus colaboradores, para mejorar la competitividad en el mercado y optimizar los sistemas internos. El crecimiento lo proyectamos a través de estrategias de penetración de mercados y diversificación a fin de satisfacer las expectativas de nuestros stakeholders en términos participación de mercado y rentabilidad”, ponderó.

Cadena industrial

Mauricio Colanzi, director de la firma de provisión de equipamientos industriales, Isotek, afirmó que su sector viene siendo afectado por la escasez de dólares desde sus inicios, con la consiguiente subida de comisiones bancarias que llegó hasta el 25% en febrero.

Resaltó que, a diferencia del sector de productos masivos, el industrial percibe menos margen de ganancias y no pueden “estoquearse” con mercadería, lo que se demostró en febrero, cuando una decena de empresas del sector industrial y de insumos para el agro, publicaron avisos en los que advirtieron la subida de precios de sus productos hasta un 25%, mientras otras notificaron la suspensión de créditos en insumos.

“La situación no es sencilla, porque hay que ponerse en la silla estatal y en la silla empresarial (...). Yo creo que no es culpa de los empresarios ni del Estado, es simplemente que hemos llegado a lo que hemos llegado: se nos acabó el gas, que era lo que nos mantenía y las empresas más grandes están aguantando porque tienen espaldas financieras. Pero muchas están quebrando y la mora de clientes con las empresas proveedoras de insumos industriales, incluso se ha triplicado; el Estado y los empresarios deben sentarse y ver cómo empezar de nuevo e ir empujando”, expresó Colanzi.

Al mismo tiempo, consideró que los movimientos sindicales “le ponen la pistola en la cabeza” al Gobierno y lo hace tambalear. “Es un caldo bastante agrio el que tenemos en la mesa”, añadió.

Encarecimiento

El economista y analista, Fernando Romero, precisó que a marzo de 2024, se tiene una variación positiva del Índice de Precios al Consumidor (IPC) del 0,46%, y una acumulada del 0,74% en lo que va del año; sin embargo, en este 1er trimestre el precio de varios productos subieron entre un 15% al 20%, disminuyendo la capacidad de compra de empresarios, empleados y población en general. “Los empresarios, si bien fueron subiendo los precios de sus productos y servicios nacionales, en parte se debe principalmente a la escasez de dólares en el sistema financiero nacional, lo cual obliga a comprar dólares en el mercado paralelo, pero más caros”, señaló.

Del mismo modo resaltó que el sector empresarial no es ajeno a la inflación nacional e importada, que hace que su producción sea más costosa. “Por ejemplo, los insumos, materias primas, bienes de capital y otros subieron relativamente de precio en los mercados internacionales, pero sobre todo por comisiones aun elevadas y el adquirir dólares a mayor precio, lo cual repercute en sus costos. Todo se explica, en que lo que va del año, tengamos un déficit comercial acumulado de $us 295 millones”, precisó Romero.

La situación se complica -agregó- con el reciente incremento del 5,85% al SMN y al haber básico. “Esto generará un mayor gasto corriente para las empresas del país, que en el caso de las empresas micro y pequeñas empresas será más difícil de sobrellevar”, acotó el economista.

Gobierno: “el incremento favorece a los empresarios”

El ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, afirmó que un incremento salarial favorece a los propios empresarios, porque dinamiza la demanda interna, además de que no ocasiona desempleo.

“Lo que ha ocurrido varias veces en nuestros mercados laborales es que estos incrementos no han suscitado mayor desempleo. Hoy estamos en el mercado laboral con la mayor tasa de participación de las personas en edad de trabajar, más del 76 por ciento”, explicó.

Montenegro explicó que un incremento salarial es como inyectarle a la economía poder de compra “y eso va en favor de los propios empresarios a la hora de que se dinamice la producción y la demanda interna”.

Para el economista José Luis Contreras, actualmente en la economía existe un doble efecto: la escasez de dólares y las expectativas. Indicó que los precios ya estaban abultados por la expectativa del tipo de cambio y, ahora, se verá si el consumidor aguanta el traspaso de precios que ocasionará el incremento salarial.

“Va a llegar un momento donde la demanda va a caer por un tema de tipo de precios y, entonces se puede dar una retracción en el consumo, fruto del incremental de precios que tiene que ver con expectativas y o realidades, como en el caso del alza de sueldos”, sostuvo Contreras, al advertir que habrá un efecto recesivo fruto de incrementos de precios.