Implementación. El país encamina un programa no energético. Se proyectan aplicaciones en sectores como la agricultura, minería, salud y el estudio de recursos hídricos

28 de abril de 2024, 11:41 AM
28 de abril de 2024, 11:41 AM

¿Tecnología nuclear? Sí, Bolivia avanza hacia este campo que tiene múltiples aplicaciones más allá de la generación de la energía. Desde 2016, el Estado allana el camino en una ruta diferente: la investigación. Con esto busca generar soluciones para el sector productivo y la salud. De esta forma, el país se ubica en el circuito de naciones que está usando esta tecnología con fines pacíficos.

Justamente estos países se reunieron el 25 y 26 de marzo en Sochi (en el Parque Científico y Artístico de Sirius, Territorio Federal de Sirius) Rusia. En donde expusieron las tendencias y los avances de la tecnología nuclear y sus usos pacíficos.

Bolivia participó en este evento. En el encuentro la Agencia Boliviana de Energía Nuclear (ABEN) expuso los avances de Bolivia en la construcción del reactor de investigación que busca generar soluciones en dos campos clave: salud y producción.

El programa nuclear nacional busca también capacitar a los profesionales bolivianos, por lo que ha seleccionado a 15 profesionales que actualmente se capacitan en la Universidad Tomsk.

¿A qué apunta Bolivia?

Actualmente, el Estado lleva adelante la construcción del Centro de Investigación y Desarrollo en Tecnología Nuclear (Cidtn) en la ciudad de El Alto. La firma Rosatom, es la encargada de este proyecto, que tiene una inversión de más de $us 300 millones.

La compañía rusa es una de las más importantes de este campo. El reactor boliviano es el vigésimo tercero que se construye en el extranjero. La firma opera 53 reactores de investigación de los 223 que existen en el mundo.

La directora ejecutiva de la Agencia Boliviana de Energía Nuclear (ABEN), Hortensia Jiménez, explicó que el reactor de investigación contará una potencia de 200 kilovatios y calificó al proyecto “una empresa pionera, ubicándose a una elevación sin precedentes de 4.000 metros sobre el nivel del mar”.

En esa línea, aclaró que Bolivia enfocará el uso de esta herramienta en aplicaciones no energéticas y tendrá el agua como principal fuente de combustible.

“Este logro técnico no solo es innovador a escala mundial, sino que también presenta desafíos únicos para los ingenieros involucrados en su construcción”, dijo.

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La construcción civil está cerca de su conclusión, y el montaje del reactor está en marcha, con todos los componentes entregados desde Rusia a Bolivia. Destacó que varios especialistas rusos se incorporan al proyecto.

El proyecto nuclear no apunta a la generación, sino que será fundamental para el desarrollo científico del país. Destacó su importancia para el sector minero, agrícola y de recursos hídricos.

En el campo minero, según Jiménez, se enfocarán en el uso de la tecnología en la prospección. Esta es la primera etapa de la actividad extractiva, consiste en la búsqueda y evaluación de recursos minerales y se extiende hasta el momento en que, en base a una serie de estudios, se decide si el proyecto es rentable como para convertirse en una mina en producción.

Con relación a los recursos hídricos el reactor permitirá realizar hidrología isotópica, que permite comprender los componentes del ciclo del agua, que les ayuda a evaluar mejor la cantidad, calidad y sostenibilidad de este recurso.

Con relación a la investigación agrícola, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIE) el empleo de isótopos o técnicas de radiación en la agricultura puede controlar las plagas y enfermedades, aumentar la producción de los cultivos, proteger los recursos de tierras y aguas y garantizar la inocuidad de los alimentos.

La tecnología nuclear puede ayudar a obtener variedades de cultivos mejoradas que se adapten mejor al cambio climático y ayuden a los países vulnerables a garantizar su seguridad alimentaria y nutricional.

Kirill Komarov, primer vicedirector general y director de la Unidad de Desarrollo y Negocios Internacionales subrayó los logros significativos de Bolivia en el campo de la medicina nuclear, con la producción de isótopos médicos esenciales para el tratamiento de dolencias como el cáncer y las enfermedades cardiovasculares.

Estos avances no solo fortalecen la capacidad médica del país, sino que también lo posicionan como un actor clave en el ámbito de la ciencia nuclear aplicada.

De hecho, actualmente, Bolivia el programa incluye la construcción de dos proyectos de gran envergadura: la Red de Centros de Medicina Nuclear y Radioterapia (Red CMNyR).

También está en operación el Complejo Ciclotrón Radiofarmacia Preclínica que revoluciona la tecnología en salud con la producción soberana de radiofármacos al ubicar a Bolivia a la par de los países más avanzados en medicina nuclear. “Bolivia ha empezado la producción de sus isótopos médicos para los fármacos radioactivos, para el tratamiento de las enfermedades oncológicas y también de enfermedades cardiovasculares”, destacó Komarov.

Serguéi Briliov, director de The Global Energy Association —ONG que promueve innovaciones en el campo de la energía — explicó que a escala global el concepto de tecnología siempre fue asociado con el desastre, pero esta concepción ha ido cambiando porque ahora las aplicaciones se están llevando a cosas cotidianas como la conservación de frutas. Por eso, sostuvo que es necesario que la gente sepa que “hay usos que nada tienen que ver con las centrales nucleares” y que ahora serán accesibles para Bolivia.

“La tecnología nuclear; por ejemplo, te puede ayudar a conservar frutas. Por ejemplo, una banana o una palta solo dura unas semanas, pero usando esta herramienta puede durar meses y el campesino puede conservar la fruta y venderla en dos meses y no dos semanas, así mantiene su presupuesto familiar”, explicó.

Brilev destacó que por ejemplo en Atomexpo, más del 50% de los espacios de debate se centró en las aplicaciones no energéticas.

En Latinoamérica destacan los avances que están haciendo en Brasil y Argentina. Sobre Bolivia sostuvo que está dando los primeros pasos en este campo.

“Brasil es capaz de hacer cosas que muchos científicos europeos no pueden hacer. El científico sudamericano es de primera clase. El año pasado premiamos al doctor Horacio Lezkano, de Argentina, que inventó un sistema de detección de vibraciones en centrales nucleares”, dijo.

Explicó que, en Bolivia y Uruguay, constitucionalmente está prohibida la construcción de centrales nucleares, pero su uso se enfoca a otros campos, como la agricultura y la salud.

Asimismo, destacó que a escala global, se ha entendido que las tensiones geopolíticas no deben afectar los avances pacíficos de esta tecnología porque se puede aplicar en diferentes campos.

Jiménez agrega que a escala regional Bolivia “es de los pocos países que tiene hoy por hoy el desarrollo de un proyecto de envergadura donde existen diferentes instalaciones del área de tecnología nuclear”.