Para los obreros la aprobación del DS 3770 es una conquista del sector que no hace otra cosa que darles tranquilidad y certidumbre. La Cainco alerta efectos negativos por la actual política laboral

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12 de enero de 2019, 21:58 PM
12 de enero de 2019, 21:58 PM

Satisfechos por la vigencia del Decreto Supremo (DS) 3770 que fue promulgado por el gabinete de ministros, desde la Central Obrera Boliviana (COB) remarcaron que esta nueva norma no hace otra cosa que reivindicar el derecho de los trabajadores, que les proporciona seguridad y certidumbre, a su vez, desde la Cámara de Industrias, Comercio y Turismo de Santa Cruz (Cainco) alertaron que habrá efectos negativos por este tipo de política laboral.

Nicanor Baltazar, secretario de Organización de la COB, sostuvo que el DS 3770 es un logro que va a frenar a los empresarios a no realizar cambios repentinos en las labores de los trabajadores que signifique una reducción de sus salarios o de otro beneficio.

Baltazar indicó que de ahora en más el empleador deberá ser directo y que si considera que el trabajador ya cumplió con su ciclo deberá retirarlo con todos los beneficios que se merece y no tenerlo dando vuelta en su empresa, ocupando distintos cargos y en diferentes horarios en espera de que el obrero se rinda y presente su renuncia.

A su vez, Sósimo Paniagua, secretario ejecutivo de la Central Obrera Departamental (COD) de Santa Cruz, sostuvo que la norma ya está vigente y esta prohíbe la disminución salarial por algún cambio de tareas, o la reducción de horas extras, pues esto será interpretado como un despido indirecto, algo que el nuevo decreto lo prohíbe.

“Si esto sucede el Ministerio de Trabajo tiene la obligación de actuar de manera directa y restituir al obrero en su antigua labor”, dijo Paniagua.

Cainco en alerta

Jorge Arias Lazcano, presidente de la Cainco, en un comunicado hizo notar que con la emisión de los decretos 3770 (suspende el despido indirecto en el sector privado) y el 3771 que reglamenta la Ley de Empresas Sociales, se está restringiendo aún más el acceso a las fuentes de trabajo formales en el país.

Arias expresó su preocupación toda vez que la tasa de desempleo tiene una tendencia creciente debido a la situación económica y a la rigidez en la normativa laboral boliviana.

“Los aproximadamente 120.000 que cada año se suman al mercado laboral y los cuatro millones de trabajadores informales, no tendrán posibilidades de conseguir empleos formales y dignos debido a una legislación laboral cada vez más rígida”, apuntó Arias.

Para la Cainco, estas normativas no hace otra cosa que generar inseguridad jurídica en el sector privado y frenan las inversiones.