Terbol fue pionera en fabricar antibióticos inyectables en Bolivia. Su presidente ejecutivo habla de sus suplementos preventivos y de lo que traerá la farmacología

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21 de julio de 2019, 8:00 AM
21 de julio de 2019, 8:00 AM

Su profesión lo llevó a desarrollar proyectos en zonas empobrecidas de Bolivia, y su sensibilidad le permitió descubrir que allí la gente carecía de medicamentos básicos para tratar sus enfermedades. Los antibióticos, por ejemplo, resultaban inasequibles, debido a que todos eran importados.

Esa fue la semilla para que Marcelo Morales Urquizu decidiera fundar Terbol en 1975, la empresa que cinco años más tarde fabricaría el primer antibiótico inyectable hecho en Bolivia. Contaba con know-how y capitales españoles para desarrollar la planta farmacológica.

“Con ese respaldo es que nos animamos a encarar esta aventura, siempre pensando en la salud de la población”, recuerda Morales. “Uno de los objetivos era fabricar antibióticos inyectables, como penicilina, para curar las enfermedades infectocontagiosas que causaban muchísimas muertes por falta de medicamentos”.

El ahora presidente ejecutivo de Terbol afirma que su empresa tuvo la cualidad de cubrir la demanda de mercado en todo país. “Nos ganamos la confianza del cuerpo médico, en una época donde había control de divisas”, dice Morales. Tras superar la crisis del entorno de los años 80, a él le tocó asumir el liderazgo completo de la farmacológica, contando con el apoyo de personal técnico especializado.

Hacia la prevención

Con el correr del tiempo, Terbol fue ampliando su gama de productos. De los antibióticos, cuyo fin es el tratamiento de enfermedades, se introdujo la línea Terbonova, de carácter preventivo, como los suplementos nutricionales y vitamínicos. “En esa época (los años 90) no se hablaba mucho sobre la prevención, pero ya nosotros desarrollábamos y registrábamos esa marca”, dice Morales.

Hoy Terbol ofrece, además, líneas de productos dermatológicos, antitusígenos, medicamentos veterinarios, y otros. De entre numerosas marcas, las que más se destacan son el antibiótico Terbocyl, el antibacteriano Triacef, la crema dermatológica 4 Derm, el antitusígeno Tusbol, y suplementos como el Isoton-C, Full Spectrum, Triple Fat Burner, Nutrifit y Isolate Protein.

El presidente ejecutivo explica que los productos de línea farma se venden a farmacias, hospitales, centros médicos y postas sanitarias, no así a personas particulares, a diferencia de la línea de vitaminas y suplementos, que sí son de libre venta. Todos ellos se encuentran en todo el territorio nacional e incluso han logrado traspasar nuestras fronteras. Perú fue uno de los primeros mercados donde Terbol se abrió paso.

“Nos sorprendió muchísimo que un antibiótico inyectable boliviano logre ser vendido en el exterior; parecía que no iba a caber en el mercado, pero no fue así”, dice Marcelo. “Nos lanzamos a ese desafío y en poco tiempo ganamos el mercado peruano”, agrega.

Actualmente la empresa cuenta con oficinas propias en Lima y opera con unos 60 funcionarios. Sus productos cuentan con registros sanitarios en varios países centroamericanos y Estados Unidos, y pronto van a comenzar la distribución en Colombia.

Una planta y una visión

Marcelo Morales relata que en 2010 alcanzaron otro hito importante: el funcionamiento de una moderna planta, que fue construida bajo las estrictas normas internacionales que rigen la industria farmacéutica. La planta se encuentra ubicada en un terreno de más de cinco hectáreas en el municipio de La Guardia; sus características la han hecho merecedora de certificaciones de buenas prácticas de manufacturas, almacenamiento, laboratorio y vigilancia.

En el laboratorio, el control de calidad es primordial, asegura. “En nuestras amplias instalaciones, tenemos un edificio de más de 500 metros cuadrados dedicado solo al control de calidad, donde trabajan más de 30 profesionales que solo se dedican a eso”, destaca Morales.

Terbol genera más de 500 empleos directos en todo el país. Su personal, que se beneficia de capacitaciones internacionales, cumple funciones especializadas siguiendo los valores de esta empresa de esencia familiar: el respeto, la pasión y la calidad.

Marcelo Morales anticipa que su firma pondrá a disposición del cuerpo médico el diagnóstico de precisión, el cual se hace sobre la base de un análisis de saliva. A partir de ello, dice, es posible diagnosticar patologías y prescribir fármacos que vayan a proteger de manera precisa la salud del paciente.