Entrevista. El director regional de desarrollo de Avixa revela el potencial que existe en el sector audiovisual que generó $us 3.000 millones en la región en el último año

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19 de marzo de 2019, 4:00 AM
19 de marzo de 2019, 4:00 AM

Consultor, empresario y director para el desarrollo de la sociedad Avixa (productora de InfoComm y copropietaria de Integrated Systems Europe). Rodrigo Casassus es una de las caras visibles de la evolución del posicionamiento de la industria audiovisual (AV) en la región y desde su posición confluye con más de 5.400 fabricantes, integradores de sistemas, vendedores y distribuidores, consultores, programadores, empresas de renta y eventos, gerentes de tecnología, profesionales informáticos, productores de contenido y profesionales de multimedia de más de 80 países. Llegó a Bolivia de la mano de Ingercorp.

—Con la diversificación de la economía surgen nuevos escenarios a escala regional, ¿cómo visualiza el mercado actual de la industria AV?

Con el cambio de lo analógico a lo digital se transformó muchísimo, por lo que es una industria en constante crecimiento. En el mundo de los negocios y el entretenimiento, hoy los sistemas audiovisuales están a la mano de la mayoría de las personas y empresas. Eso nos hace relevantes también como organización y como industria.

Avixa, dueña de las ferias InfoComm que se realizan en distintos países del mundo, muestra todos los avances que hay en el sector. También nos desarrollamos en la parte de entrenamiento. Hoy todo lo que es audio y video circula por redes de Tecnologías de la Información (TI), entonces estos cambios han hecho que haga falta gente más profesional y certificada, así como sistemas de certificación y normas.

—En este contexto, ¿dónde se encuentra Bolivia y qué ventajas existen para el desarrollo y fortalecimiento del sector?

Bolivia tiene la fortuna de tener empresas altamente profesionales y personas capacitadas y reconocidas en el área de rental e integración de sistemas. Y hay empresas que han apostado por traer marcas como Bose y Sennheiser, distribuidas por Ingecorp. Estas empresas han desarrollado la necesidad dentro de los clientes. Hay integradores que tienen el conocimiento y el entrenamiento para hacer que todos los equipos de sonido, video y TI se integren y funcionen en un unisono y den la experiencia que el usuario está buscando. Somos una industria que está detrás de esa experiencia, la de comunicar de manera correcta.

—¿Cuál es la tendencia más novedosa del sector? ¿dentro del mundo corporativo qué áreas son los que más demandan estos servicios?

Hay muchísimas verticales. Por ejemplo, en el sector de retail, las marcas más reconocidas se enfocan en crear ambientes envolventes que motiven a cambiar los estados de ánimo de las personas y los animen a comprar; se puede transmitir mensajes al público de muchas maneras. Sectores como la banca o las petroleras buscan esto porque necesitan crear espacios donde se toman grandes decisiones. A veces hay empresas que lo dan por hecho y eso, por lo general, no funciona.

—En esta búsqueda de experiencia y en un ambiente de desaceleración, ¿los inversores son más cautos? ¿la demanda de estos servicios se ha visto disminuida de alguna manera?

Para nada. De hecho tenemos la fortuna de estar en una de las áreas de crecimiento continuo en el mundo. Nos hemos puesto planos cuando hubo grandes crisis, pero la actividad va en ascenso y ‘mueve’ miles de millones de dólares a escala global.

—En la región el tema de las industrias creativas están en boga, ¿ve que el crecimiento del sector pueda tener un impacto significativa en economías emergentes como la nuestra?

Definitivamente. Aunque en América Latina no se fabrica demasiado -la mayoría de equipos son importados- es necesaria la mano de obra para que se puedan integrar estos sistemas. La creatividad y capacidad para concretar la evolución de la industria depende del recurso humano. Es fácil entrar a un marketplace y comprar todo, pero después, ¿quién pone en marcha todo y genera la experiencia? Desde luego que es una economía importante y se ve reflejado en el área de servicios. No solo en la empresa que invierte en traer los equipos, sino también en las que invierten para integrarlos (las soluciones de esta industria se reflejan en construcciones hoteleras, espacios gastronómicos, auditorios y otros).

—¿Cuál es el movimiento económico de la industria AV en la región en el último año?

En América Latina estamos por encima de los $us 3.000 millones. Hablamos de cifras muy grandes.

—¿Hacia donde está girando la industria AV y cómo ve el futuro?

Hay mucho futuro en este espacio y el reto hoy es que se empiece a entender que se tiene que contratar servicios y sistemas profesionales y no a la tienda de la esquina que puede vender buenos productos, pero a la hora de entregar un trabajo en condiciones tiene algunas fallas. Además, todos tienen la capacidad de aprender y mejorar, pero en la medida que mejoren se van a dar cuenta de que no pueden cobrar muy barato un servicio que requiere muchas horas hombre para hacerlo de manera correcta.

Por otro lado, una de las trabas que se tienen que ir superando son las tasas de interés. No tiene ningún sentido que un producto que no se fabrica en la región termine con un precio por encima del 200% de su valor real. Solo en Chile o en Perú las economías son más abiertas. Y esto lo deben tomar en cuenta los gobiernos, ya que están aplicando las tecnologías del sector para construir desde centro de control hasta lugares de esparcimiento.

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