Empleo urbano. Analistas consideran que gran parte de los empleos creados por el comercio se produce en el llamado sector informal y son de mala calidad

El Deber logo
19 de marzo de 2019, 4:00 AM
19 de marzo de 2019, 4:00 AM

En el área urbana del país, la población ocupada, se encuentra alrededor de las 3,6 millones de personas, de ese total un 22% se dedica al comercio; es decir, aproximadamente 790.000 personas tiene como actividad la compra y venta de productos.

Así lo registra la Encuesta Continua de Empleo del Instituto Nacional de Estadística (INE), publicada en febrero de este año con respecto a la población urbana ocupada mayor de 14 años.

En segundo lugar, con un 14% se encuentran las personas que trabajan en la industria manufacturera, seguidas con un 10% que trabaja en alojamientos y comidas, según la encuesta.

En el análisis por sexo, el 54% de los ocupados son varones y el 46% mujeres; la mayoría de las personas ocupadas (44,3%) tienen entre 36 y 59 años. La tasa de desocupación es del 4,27%.

“Estos resultados son un reflejo de lo que vivimos, inclusive de forma cotidiana en nuestras charlas comentamos que lo que da plata en este momento es el comercio porque genera riqueza a corto plazo”, expresa el presidente del Colegio Nacional de Economistas, Jorge Akamine.

Indica que establecer una industria, fábrica o negocio formal implica cierto riesgo debido a las presiones impositivas, de seguridad laboral y otros. Sin embargo, en el comercio no existe un control efectivo por parte del Gobierno.

“Es más fácil vender que hacer empresa”, dice Akamine al señalar que el comercio es la actividad ideal en economías informales.

Referente a la tasa de desempleo, manifiesta que si bien comparada con los países vecinos es baja, al interior del país obedece, principalmente a la decisión del Ejecutivo de implementar un Plan de Empleos que ha dado sus resultados. “No es preocupante, pero al tratarse de promedios no refleja la realidad de algunos sectores que sufren más la desocupación”, agrega.

Por su parte, el analista económico José Antonio Alberti, observa que la encuesta, “esconde el principal problema en Bolivia que es el subempleo”, que implica los empleos por horas, con retribuciones por debajo del salario mínimo o que no aprovechan la capacidad del trabajador.

“En Bolivia, más del 70% de la población trabaja en la informalidad o subempleada, el país pierde cualquier cantidad de potencial de productividad de la gente que puede aportar a la economía”, considera.

Para Bruno Rojas, investigador laboral del Cedla, los datos muestran que la población ocupada urbana se concentra en mayor proporción en sectores de actividad improductivos como son el comercio y alojamiento y comidas, sumando ambos el 32%.

“Entre el 2006 y el 2014, alrededor del 73% de los empleos en las ciudades capitales del país, fueron generados por los sectores improductivos frente al 27% de aporte en empleos de los sectores productivos como la industria y manufactura”, apunta.

El investigador económico observa que la tasa general de desempleo urbano abierto en Bolivia es baja porque hay más creación de empleos, pero en mayor medida en el sector informal, actividades improductivas como el comercio, en sectores que demandan más empleo temporal o donde requieren trabajadores a medio tiempo o por horas.

Tags