Panorama. La participación conjunta en proyectos de desarrollo se perfila como una salida para concretar emprendimientos, donde ambas partes aporten con conocimientos, y distribuyan riesgos y ganancias

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2 de julio de 2019, 4:00 AM
2 de julio de 2019, 4:00 AM

Colaboración. La Real Academia Española define este término como el trabajo en conjunto para la realización de una obra. A grandes rasgos, un concepto simple (que data desde el origen de los tiempos), pero que en nuestro contexto configura un nuevo orden en cuanto a la concepción de desarrollo que proyecta al sector público y al privado hacia un nuevo escenario: el de las alianzas.

Esta perspectiva, que se materializó en países de la región desde hace décadas, se la conoce principalmente como alianzas o asociaciones público-privadas (APP, aunque también hay otras denominaciones) y se perfila como la solución para que los Estados puedan suplir sus necesidades de infraestructura y servicios públicos con la participación del sector privado, según reseña CAF –Banco de Desarrollo de América Latina.

Este ente internacional expone que países como Colombia, Brasil, México, Chile o Perú son pioneros en este tema, ya que disponen de mercados financieros suficientemente desarrollados para asumir programas de APP y avanzaron desde distintos enfoques de desarrollo.

Un ejemplo de ello es Colombia, con 30 proyectos estructurados y una inversión de $us 16.000 millones, su política de vías de cuarta generación o 4G es uno de los programas de APP más grandes de la región ¿Algo más cercano? Perú, desde que tomó el modelo, registró más de 130 APP con montos de inversión estimados en torno a los $us 70.000 millones, según el consultor internacional Eduardo Escobal.

“Si Bolivia busca crecer de manera sostenible, a un ritmo de al menos un 6% del PIB (recomendado por el Banco Mundial para sacar a las pobres de tal condición) y teniendo en cuenta que el PIB boliviano es de unos $us 40.000 millones -según el Ministerio de Economía-, necesitaría invertir eficientemente en infraestructura diversificada todos los años, unos $us 2.400 millones y además mantenerlos en condiciones adecuadas de mantenimiento”, resaltó Escobal.

Este especialista en APP agregó que buena parte de esta infraestructura, que avanza para atender también a sectores sociales y productivos, podría financiarse con inversión privada y no con recursos públicos provenientes de impuestos u operaciones que generan una deuda.

Con una visión clara

En la ecuación entran en juego entes multilaterales y bancos de inversión. Así como CAF, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) propicia redes en la región para que sean herramienta (de varias) de un crecimiento integral. En el país generó espacios de asesoría en base al hub para el aeropuerto Viru Viru, que perfila el modelo de APP y que es un anhelo del sector exportador, y trabaja otras líneas con el Ministerio de Planificación.

El representante del BID en Bolivia, Alejandro Melandri, explicó que el desafío de las APP es aplicar inteligencia en analizar un problema existente y llevar al sector privado a trabajar en áreas donde es eficiente y que el sector público cubra los riesgos costosos para el empresariado.

Además del ‘Viru Viru Hub’, otros destellos para encaminar la sintonía entre el sector público y el privado se muestran en iniciativas como el proyecto etanol y el rumbo de Puerto Busch, una iniciativa del empresariado que despertó el interés estatal.

En este sentido, el presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), Luis Barbery, señaló que los ejemplos citados son resultado concreto que nace de un cambio de visión del sector público, una apertura a nuevas alternativas, la decisión política de escuchar razones y analizar propuestas dejando de lado la burocracia y la tendencia a entrabar los proyectos y las ideas novedosas.

En tanto, el expresidente de la CEPB, Ronald Nostas, apuntó que se debe promocionar este modelo en otros niveles del Estado; es decir, hacia las gobernaciones y municipios. “En Tarija se avanzó con la entrega de la administración del campo ferial, de la Gobernación a la Federación de Empresarios Privados por 20 años, y en La Paz se trabaja en el modelo de APP para la concesión de espacios municipales -parqueos-”, señaló.

En busca de dar pluralidad a este asunto y conocer la perspectiva del Ministerio de Economía, así como el Ministerio de Obras Públicas, se hicieron los contactos correspondientes, pero no hubo respuestas. Sin embargo, desde el Ministerio de Planificación expusieron que existen temas en agenda para desarrollar nuevos lineamientos con el enfoque de APP.

Pero, ¿cuál es el mayor desafío para consolidar estas alianzas? La respuesta del sector privado es rotunda y unánime: seguridad jurídica y el desarrollo de un marco normativo acorde a la realidad del país.