El colectivo Pezones Metralleta llama la atención sobre el azote de la trata y tráfico de mujeres en Bolivia y une sus voces a las de artistas y activistas de Perú y Chile

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12 de enero de 2019, 4:00 AM
12 de enero de 2019, 4:00 AM

Es un llamado urgente, una necesidad. Visibilizar la trata y tráfico de personas es el objetivo del trabajo de tres artistas y feministas bolivianas, que la próxima semana harán escuchar su voz en tierra chilena. Durante cinco días un grupo de mujeres feministas de Chile, Perú y Bolivia convivieron en una casa ubicada en la llamada frontera tripartita, en la localidad de Visviri.

Allí, reflexionaron en torno a la idea de Estado-nación y también, en un gesto de transformación y emancipación, se resignificó a través de sus cuerpos, construyendo, por medio del arte y las políticas feministas, espacios más sensibles.

El registro de esta experiencia, la video-documentación del proceso y otros videos de intervenciones en el espacio público, desde las performances hasta el grafiti-mural, serán exhibidos en Giro Panfronterizo, exposición de la artista chileno-alemana Katia Sepúlveda, que se inaugura el jueves 17 de enero, en la Galería Gabriela Mistral de Santiago de Chile. Los colectivos feministas Pezones Metralleta de Santa Cruz e Histerix de Lima, junto con la mapuche feminista Margarita Calfio, participaron de diferentes actividades para reconceptualizar el territorio chileno en relación con Bolivia y Perú, y al mismo tiempo dinamitar la idea de Estado-nación, apelando a la autodeterminación y autogestión, recuperando el concepto de apátrida: cualquier persona a la que ningún Estado considera destinataria de la aplicación de su legislación. “Se necesita del separatismo para ciertas contingencias y subjetividades corporales, pero también se necesita estar con ‘otros’ para poder enriquecer las diferentes perspectivas en que habitan los infinitos cuerpos”, señala Sepúlveda.

La experiencia boliviana

El contacto de Sepúlveda con Nadia Callaú a través de Facebook fue el primer paso para que Bolivia estuviera representado en este encuentro artístico e interpelador de las sociedades. Nadia convocó a Sarah Sanjinés, que ha trabajado como líder de la red de lesbianas y bisexuales de Santa Cruz y ella, a su vez, le habló de Alejandra Menacho, activista feminista desde hace varios años. Así se conformó el colectivo Pezones Metralleta. Así, las tres se sumergieron en el proyecto de Sepúlveda y viajaron a fines de julio del año pasado al punto de encuentro (Arica), donde se encontraron con sus pares peruanas y chilenas, para luego dirigirse al lugar escogido para el giro panfronterizo. Allí se dio lo que Callaú denomina una convergencia inesperada.

“Un mensaje inesperado, un viaje anhelado y la oportunidad de compartir con mujeres activistas, se unieron en una convergencia natural, tres razones para moverse, tres países participando, una misma realidad”, señala la artista cruceña. La reflexión sobre una violencia transversal, que en mayor medida afecta a las mujeres, las llevó a la conclusión de que la trata y tráfico de personas es uno de los problemas más graves que se vive en la actualidad. Sobre ello trabajaron.

A pesar del temor natural de caminar sobre arenas inestables, la recopilación de datos les demostraba que el lugar escogido era el propicio para hablar del tema, pues la frontera boliviana con Perú y Chile es una especie de tierra de nadie, donde se ha comprobado que se campean los que lucran con el tráfico de personas. También las llevó a María Rita Hurtado, quien hace cuatro años que no ve a su hija Dayanna Algarañaz Hurtado, que desapareció cuando iba a la universidad Udabol, donde estudiaba Ingeniería Ambiental. A partir de esta triste experiencia, se creó la Asociación de Apoyo a Familiares Víctimas de Trata y Tráfico de Personas y Delitos Conexos.

La propuesta en físico del colectivo de artistas en Visviri incluyó una instalación con los rostros de las mujeres desaparecidas hasta el momento, cuyo registro lo maneja la asociación. Callaú, Sanjinés y Menacho dibujaron estos rostros en tinta china sobre un lienzo, el cual fue exhibido en lo que quedó del histórico ferrocarril Arica-La Paz.

El video de esta acción (que fue acompañada por testimonios de los pobladores de la zona, quienes confirman que existe ese flagelo) será presentado en la muestra de la galería Gabriela Mistral. La idea de las artistas es invitar a Sepúlveda a Bolivia a una serie de conversatorios y talleres sobre el tema del feminismo enfocados en las amenazas que se yerguen sobre la mujer. “Es necesario, urge que se realicen estas actividades. Estamos viendo en las noticias lo que está pasando acá mismo. Es terrible. Queremos que la gente se una a esta causa, que no nos quedemos callados. La violencia es transversal, pero también hay que ver a quién está afectando más, y está demostrado que es a nosotras, las mujeres”, agregó Alejandra Menacho.

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