El suizo, que en su juventud emigró a EEUU en busca de libertad artística, falleció el lunes a los 94 años en Canadá. Fue un gigante de la fotografía

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14 de septiembre de 2019, 4:00 AM
14 de septiembre de 2019, 4:00 AM

Un autobús segregado de Nueva Orléans en el que los blancos se sientan delante y los negros, detrás. El ventanal de una cafetería con cinco mujeres mirando desde la otra parte del cristal, cigarrillo en mano, vestidas todas igual para el trabajo.

Una mujer negra con un niño blanco en brazos en una calle de Charleston, el lugar en el que comenzó la Guerra Civil. En 1955, el suizo Robert Frank convenció a los patronos de la prestigiosa beca Guggenheim para que le subvencionaran un viaje por los recodos más profundos de EEUU. Con su cámara Leica tomó 28.000 imágenes, de las que apenas 83 fueron publicadas en un libro trascendental para la fotografía del siglo XX: The Americans.

En mostradores de restaurantes y cines al aire libre, en la Ruta 66 y en fiestas con champán, su estilo expresivo, descarnado, desnudó un abanico de emociones y relaciones, sobre todo raciales, que raramente eran halladas en las revistas ilustradas de la época.

Como escribió Kerouac: “Frank sorbió un poema triste de Estados Unidos y lo imprimió en película”.  Murió el lunes, a los 94 años.

Se apasionó por la fotografía a los 12 años. Empezó como asistente fotográfico en Zurich
Casolinera en Santa Fe. Nuevo México, una de las imágenes de The Americans