El agente ante La Haya respondió por escrito un cuestionario. Admite que hubo desazón tras conocerse el fallo. Dice que no trató con el presidente el caso de su continuidad en el cargo

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3 de octubre de 2018, 6:57 AM
3 de octubre de 2018, 6:57 AM

 Usted dijo ayer que el equipo jurídico le debe una explicación al país, ¿cuándo se la dará?

Tan pronto terminemos de analizar el fallo y recibamos la evaluación de nuestros asesores internacionales.

 ¿El presidente o los ministros le reclamaron a usted y al equipo internacional de abogados?

No. El presidente se ha reunido con la delegación y los abogados en nuestra misión solo para intercambiar algunos criterios iniciales inmediatamente después de concurrir a la corte.

 ¿La evaluación fue tensa?

El ambiente reflejaba naturalmente la desazón por el resultado.

 ¿Por qué los abogados internacionales no aparecieron junto con la delegación durante el pronunciamiento final, fue por un tema de fondo?

No creo que hubiese habido ninguna intencionalidad ni desencuentro (con los abogados), posiblemente fue por razones de logística.

 ¿El presidente Evo Morales le ratificó su confianza para el proceso de Silala?

No traté este tema en esa ocasión.

 ¿Bolivia expresarán desacuerdo y pedirá una interpretación del fallo de la corte?

Bolivia ya ha manifestado que respeta la decisión de la corte, pero no comparte necesariamente sus razonamientos y el resultado. Todavía no puedo referirme a la solicitud de interpretación.

 ¿Cuánto tiempo se tomará el país para revisar el fallo? Existe un plazo de 10 años para que, si se descubre un hecho que pueda ser decisivo y que demuestre que la corte no tomó en cuenta las pruebas, se presente objeción.

Tampoco puedo responder a esta pregunta por ahora.

 Bolivia puso toda la carne al asador y la corte descalificó todos los argumentos, no aceptó ninguno para establecer una obligación de Chile a negociar, ¿qué pasó?

Mi primera impresión está más bien dirigida al razonamiento reduccionista que empleó la corte para desestimar la causa, aparte de injusta con Bolivia, es claramente desafecta con el espíritu de solución pacífica de controversias que dispone la Carta de las Naciones Unidas. El método de análisis en el fallo parece reducido a una rutina de verificación de aspectos esencialmente formales pero sin profundizar aspectos sustantivos, a la realización de la justicia, incluyendo aquellos del contexto de las relaciones entre ambos Estados y sobre todo la trascendencia de un arreglo negociado de buena fe.