La fotografía de este valiente rescatista se ha convertido en el símbolo de la tragedia que viven miles de damnificados, las familias que perdieron a sus seres queridos y la gente que trabaja para ayudarlos

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6 de febrero de 2019, 15:14 PM
6 de febrero de 2019, 15:14 PM

La desgarradora fotografía de un bombero, que lleva a cuestas a una niña sin vida durante el operativo que se realizó en el lugar del deslizamiento en la carretera hacia Caranavi, el pasado domingo, muestra la magnitud de la tragedia en el lugar. La imagen, tomada por el fotoreportero Javier Mamani de la agencia APG, tiene a dos protagonistas: el rescatista, que descansa exahusto por unos minutos antes de reiniciar su labor y la pequeña que murió durante esta tragedia.

El bombero es Marvel Flores, un voluntario de 34 años, orureño de nacimiento y estudiante del último año de Arquitectura, que pertenece al  grupo de Bomberos Antofagasta de la ciudad de La Paz. Fue llamado el sábado por la mañana para atender la emergencia en la carretera que conecta la sede de Gobierno con Caranavi.

El diario Opinión de Cochabamba logró entrevistarlo y recoger el testimonio de lo que sucedió aquel día. Contó que tuvieron que unir tres cuerdas de 100 metros para iniciar el rescate de los cuerpos que estaban atrapados en los vehículos enterrados. Un operativo que duró varias horas.

El deslizamiento seguía y era peligroso, podía tapar los cuerpos. Era más fácil atar el cuerpo a mi espalda y subir con la niña (...) emocionalmente fue doloroso. Era complicado, muy complicado. En la parte de arriba ya había familiares que la esperaban. Entregué el cuerpo a la Policía que se encarga de llevar a la morgue", contó Flores. 

El bombero no llegó a enterarse de la identidad de la niña, ya que por la urgencia debía seguir trabajando en el operativo. "La familia estaba ya reconociendo el cuerpo. No supe ni su nombre. La dejé y volví a bajar de inmediato. Debíamos apurarnos porque seguía deslizándose el cerro”, relató.

Red Uno también logró entrevistar al rescatista, y contó cómo fue el momento en el que se le encargó la dura tarea de llevar a la niña hasta donde se encontraban sus familiares.

"Le encargaron a mi jefe de Brigada, que es el teniente Ríos y él nos dijo: 'tenemos que subir a la niña'. Nadie se animaba y el teniente nos dijo que había que subirla. Yo sabía que iba a ser doloroso cargarla en mi espalda, pero era más dolorosa verla ahí sola en el lodo", cuenta.

Flores destaca el trabajo que realizaron todos los bomberos y rescatistas ese día, ya que fue una tarea muy dura, que no solo implicaba lo físico, también desde lo psicológico porque era una tragedia humana de gran magnitud. "Esto es lo más duro que he vivido", confiesa. 

El artista Miguel Mealla ha publicado una ilustración inspirada en esta fotografía, con la que se rinde homenaje a los rescatistas.