El pequeño, llamado Johnn, de la comunidad tarijeña de Puesto Margarita, falleció el lunes al caer accidentalmente a la aguas del río Pilcomayo. En el departamento de Beni, San Borja es el municipio más afectado por el rebalse de ríos. Se calcula que hay 3.420 familias damnificadas

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6 de febrero de 2019, 5:00 AM
6 de febrero de 2019, 5:00 AM

Las víctimas como consecuencia de las lluvias y las riadas suman en el país. El lunes se registró la muerte de un niño en las aguas del río Pilcomayo, en la comunidad ribereña de Puesto Margarita, de la provincia O’Connor (Tarija), mientras que en Beni, especialmente en los municipios de San Borja y Rurrenabaque, el número de familias damnificadas por el rebalse de ríos ha subido. En otras comunas benianas se preparan para una inminente inundación.

Johnn, que así se llamaba el pequeño fallecido en Tarija, tenía cinco años. Según testimonios, el niño junto a otro fueron a orillas del río para bañarse y mientras se lavaba los pies resbaló debido al lodo para después caer a las aguas que lo arrastraron 2,5 km.

Su cuerpo fue encontrado cerca al mediodía de ayer por comunarios; estaba en medio de los matorrales a la orilla del Pilcomayo que aumentó su caudal por las intensas precipitaciones pluviales en la cuenca alta.

En Tarija, varias comunidades han resultado afectadas por el rebalse del Pilcomayo. Ayer, al menos 30 familias debieron ser evacuadas y llevadas a zonas altas en la comunidad de D’Orbygni, municipio de Yacuiba. Allí, las aguas del río superaron los diques de contención e inundaron barrios enteros.

El jefe de gabinete de la Alcaldía yacuibeña, Eduardo Ayllón, informó de que el desborde del río se registró a las 4:00 y que de inmediato se desplazó personal para socorrer a los afectados.

La lluvia golpea a San Borja

En Beni, San Borja, ubicada a 235 kilómetros de Trinidad, es la primera ciudad del norte de Bolivia en ser golpeada por las lluvias y las crecidas de los ríos que ha provocado en dos días 3.420 damnificados en 123 comunidades, según el responsable del Comité de Operaciones de Emergencia departamental, Cnl. Cristian Cámara.

“No hemos recibido reportes de pérdidas de vidas humanas, lo que sí hubo es inundación en las comunidades ribereñas; se perdieron campos de agricultura y huertos. En este momento ya está bajando el caudal del río, aunque en esta cuenca del Maniqui y Beni las crecidas son inesperadas por la cercanía con la cordillera”, informó.

Las familias afectadas fueron socorridas y ayer el Gobierno llegó con ayuda humanitaria que consistió en la entrega de productos básicos, como sal, azúcar, arroz, fideo y empezaron los vuelos solidarios desde esa zona hacia La Paz y viceversa.

Según el ministro de Defensa, Javier Zavaleta, se acordó un pasaje de Bs 200 como precio solidario y dijo que los mismos se mantendrán de acuerdo con las necesidades.

El comandante en jefe de las FFAA, Gral. Williams Kaliman, dijo que fueron movilizados 250 efectivos militares para asistir a las personas que fueron evacuadas de las zonas ribereñas.

Cristian Cámara afirmó que por el momento, la ciudad de Trinidad está a salvo, pero que la cuenca del Mamoré aún está debajo de la línea de emergencia, los anillos de seguridad construidos alrededor también dan la seguridad.

Donde sí hubo problemas es en Rurrenabaque que también fue golpeada por la crecida de los ríos y desde hoy deberían habilitarse los vuelos solidarios porque las carreteras están anegadas.

El país

Desde Oruro, el gobernador Víctor Hugo Vásquez informó de que el municipio de Toledo es el que más sufrió con las lluvias que hasta ayer no cesaban y provocaron cortes de carreteras e inundaciones en las comunidades de Machacamarca y San Miguel. Hasta el momento son 100 las familias afectadas.

En Pando, el responsable del COE departamental, Adrián Pérez, explicó que hasta el lunes hubo emergencia por la crecida del río Madre de Dios, pero que empezó a bajar las aguas y esperan reportes de los vecinos del Perú y Brasil donde nacen los ríos Acre, Manuripi, Tahuamanu y Madre de Dios, para evacuar a las familias que estén en riesgo.

En Chuquisaca, según el gobernador Esteban Urquizu, por el problema de las lluvias, granizadas y riadas han resultado afectadas 155 comunidades, 2.761 familias y 940 hectáreas de terreno cultivable. Hasta el momento tres personas han fallecido por las riadas, dos en Azurduy y una en Villa Serrano.

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