La construcción de una carretera entre Potosí y Tarija habría sido impulsada a petición de Lula da Silva para evitar "riesgos diplomáticos" con el Gobierno de Evo Morales. Así declaró el expresidente de OAS, preso por corrupción en Brasil

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16 de septiembre de 2019, 16:35 PM
16 de septiembre de 2019, 16:35 PM

El expresidente de la empresa constructora OAS, Léo Pinheiro, preso por corrupción, dijo que al exmandatario de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, le preocupaban los "riesgos diplomáticos" si se paralizaba la construcción de una carretera entre Potosí y Tarija en Bolivia.

El diario Folha de Sao Paulo publicó sobre este presunto hecho que fue registrado por las autoridades del país vecino en el marco de las investigaciones del denominado caso Operación Lava Jato.

La obra en esa carretera se inició en el año 2003 con la constructora Queiroz Galvao, pero el contrato se rompió en 2007 después de que el Gobierno de Evo Morales exigiera reparaciones en fisuras que aparecieron en trechos de la pista recién construidos.

Según la versión del empresario brasileño, Lula facilitó que el Banco Nacional del Desarrollo Económico y Social (BNDES) financiara obras en Bolivia, convenció a OAS para asumir la carretera desechada por Queiroz Galvao y a cambio prometió otro contrato en el país, como compensación por ejecutar un proyecto problemático.

El empresario se quejó a Lula diciendo que la obra sería deficitaria por los arreglos que había que hacer y por los precios previstos, pero el expresidente brasileño aseguró que Morales estaría dispuestos a "compensar económicamente a la empresa, adjudicando otro contrato en favor de OAS".

Tras la intervención de Lula, Bolivia retiró sanciones a Queiroz Galvao, autorizó la transferencia del contrato a OAS y le adjudicó otro trecho.

OAS asumió la obra entre Potosí y Tarija en 2009, pero según Pinheiro la situación volvió a bloquearse más adelante, ya durante el Gobierno de Dilma Rousseff (2011-2016), el área técnica del BNDES, puso inconvenientes a la financiación.

Al final, Bolivia canceló el contrato con OAS y la empresa solo pudo retirar sus equipos y obtener una devolución de garantías "tras los apelos de Lula", según Pinheiro.

Pinheiro está preso desde 2016 y es el principal acusador contra Lula en el caso del apartamento de Guarujá (costa de Sao Paulo, sureste de Brasil).