El presidente admitió que sostuvo encuentros con compañías para “acelerar la inversión” y “para que los contratos se cumplan”. La oposición ve que incurrió en faltas graves y que al final él eligió empresa de Groux

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15 de mayo de 2018, 8:00 AM
15 de mayo de 2018, 8:00 AM

El presidente Evo Morales se complicó al referirse a la denuncia presentada por la oposición en su contra por su papel en el proceso de contratación de la empresa unipersonal Kronopios, del exministro Pablo Groux, para organizar la inauguración y la clausura de los XI Juegos Deportivos Suramericanos 2018, porque admitió que sostuvo encuentros con las empresas para “acelerar la inversión, a veces exigir que los contratos se cumplan”; luego advirtió que quienes lo acusan son “enemigos” de Cochabamba y de los Juegos Suramericanos.

En una alocución pública, Morales aseguró que sus encuentros con empresas “fueron reuniones permanentes, a veces para acelerar la inversión, a veces exigir que los contratos se cumplan”.

Luego marcó la línea contra quienes lo acusan: “Y no puedo entender que algunos bolivianos sean enemigos del deporte, enemigos de (los Juegos) Suramericanos, enemigos de Cochabamba, pensarán que somos como ellos para acusar y cuestionar”. 

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Posteriormente volvió otra vez al centro de la acusación para reafirmar que sí cumplió su tarea. “Es nuestra obligación acelerar el trabajo, la inversión, penalizar a las empresas que no cumplen y rescindir contratos”. La declaración de Morales abrió nuevas interrogantes sobre su intervención en este tema.

La agencia ABI y el portal de los Juegos lo habían adelantado, cuando informaron el 28 de diciembre que Morales y el ministro de Deportes, Tito Montaño, “evaluaron” las propuestas de las dos empresas postulantes. 

El senador opositor Óscar Ortiz fue más allá, ayer por la mañana, y presentó un audio en el que se escuchó a Morales en la misma conferencia del 28 de diciembre, cuando informó que el Comité Organizador (Codesur) le había expuesto ese día las propuestas de las dos empresas. 

Abogados consultados por EL DEBER señalaron que si el presidente tomó parte del proceso de contratación incurrió en una falta al inciso g) del artículo 40 del Decreto Supremo 181, del 28 de junio de 2009, que define que servidores públicos “que intervienen en procesos de contratación” no pueden tener contacto con los postulantes, a no ser por escrito.

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A eso se sumó que el principal socio de Arte Bolivia, Alejandro Leytón, reveló que las dos empresas fueron citadas para que expongan su oferta al presidente la tarde del 1 de enero y que el mandatario fue quien más insistió en preguntar sobre la experiencia de la suya.

Ortiz comentó que en las grabaciones que presentó el presidente dijo que incluso hizo sugerencias a las empresas. “Eso es muy grave y está reñido con las normas de contratación pública”.

El Gobierno reajustó sus versiones. Primero le quitaron vocería sobre el tema al ministro Héctor Arce, y a su colega de Deportes, Tito Montaño, después de que ambos negaron que Morales se hubiera reunido con las empresas.

El viceministro de Transparencia, Diego Jiménez, señaló que el DS 181 está referido a quienes son responsables del proceso de contratación. “El presidente no es parte” y el contrato lo gestionó Codesur, no por Morales.

Para Ortiz, es evidente que Evo sí tuvo participación y que “todo parece indicar que decidió entregar el contrato a su excolaborador Pablo Groux”. Además, dijo que  la admisión de que intervino para acelerar la inversión “es otro error. Si a un alcalde o a un gobernador opositor se lo hubiera pillado en este trajín, tenga por seguro que tendría proceso y cárcel. Antes de enojarse, debiera hacer cuentas con sus asesores”.

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Arte Bolivia se adjudicó sin oponente el encendido y transporte del fuego suramericano que pasa por 11 lugares

En febrero de este año, la empresa Arte Bolivia recibió una invitación directa para organizar el encendido y transporte de la llama suramericana, que partió de Tiwanaku y pasa por 11 puntos del país antes de la inauguración de los XI Juegos Deportivos Suramericanos.

El socio principal de esta empresa, Alejandro Leytón, relató que tras perder la adjudicación de la ceremonia de inauguración y clausura de los juegos, pasaron dos meses. “En febrero recibimos la invitación de Codesur para hacer el proyecto. Tras dos semanas de trabajo lo presentamos. Un tiempo después recibimos una carta en la que nos informaron que nos habíamos adjudicado el trabajo por 1,3 millones de bolivianos.

“Sin embargo, se debe tomar en cuenta que se trata de 11 sitios. Además, se considera los gastos en sonido, luces, producción, alquiler de seis vehículos, el pago a los colaboradores, alimentación y hospedaje de 12 personas”, dijo.

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En dos casos tuvieron que contratar vuelos chárter, “que no son económicos, para poder cubrir lo que comprometimos”, dijo. El empresario aseguró: “Las cuentas que hicimos antes de hacer este trabajo no tomaron en cuenta varios aspectos, así que puedo decirle que nuestra ganancia es estrecha. Esto es un desafío para nosotros”.