Desde 2015 tenía orden de aprehensión, pero se codeaba con jefes policiales y autoridades del poder judicial lo que le daba licencia para desplazarse por el país. EL DEBER accedió a imágenes de una de sus casas en Santa Cruz

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30 de abril de 2019, 16:00 PM
30 de abril de 2019, 16:00 PM

El extraditable Pedro Montenegro Paz, convertido en uno de los capos más buscados por Bolivia y Brasil para su extradición por delito de tráfico internacional de drogas y cuya relación con jefes policiales ha hundido a la institución verde olivo en su mayor crisis, vivía rodeado de lujos.

La casa de Montenegro se encuentra en Las Palmas, una zona residencial

“Su principal casa en la que vivía es una mansión de lujo, pero no de lo que nosotros estábamos acostumbrados a ver, sino admirable, fuera de lo común”, es el testimonio de algunos agentes, después de que ingresaran a su domicilio en la calle Barcelona 7, barrio Las Palmas, con orden de allanamiento emitido por la justicia.

Tiene su propio gimnasio, piscinas rodeada de palmeras traídas de Miami, gigantes parlantes para escuchar música, escaleras para subir a la segunda planta de mármol y madera.

Las palmeras, según los investigadores, son traídas de Miami

Según las imágenes a las que accedió EL DEBER, el lujo en la casa del narco resalta por donde quiera que se mire, ya sea en el dormitorio, estudio, sus habitaciones de sus hijos, vestidores para mujer y hombre, además de otras comodidades.

Montenegro, pese a tener orden de captura internacional, fue distinguido por jefes policiales

La casa también dispone de cámaras de seguridad instaladas en diversos lugares, lo que le permitía estar al tanto de los movimientos internos y externos que se generaban.

El inmueble fue intervenido por agentes policiales de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico y la Fiscalía. Es en esta casa, sobre su escritorio, la Fiscalía le secuestró dos títulos a Pedro Montenegro: uno de abogado, extendido por la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno (Uagrm) y otro, también en provisión nacional, emitido por una universidad privada.

Tenía cámaras instaladas en toda la casa que registraban los movimientos externos e internos

Sin embargo, cuatro días antes de la intervención policial a esta casa, Montenegro se fue junto a su esposa, dejando a sus dos hijos, una niña de 13 y un varón de 8 años. Los niños se quedaron con la suegra de Pedro.

También tenía un gimnasio en su domicilio

El Tribunal Supremo de Justicia ordenó su detención en todo Bolivia desde 2015 para su extradición a Brasil, pese a ello la Policía no lo aprehendió.

Los investigadores encontraron que la caja fuerte estaba escondida en un depósito, detrás de maletas de viaje