Descubren una asociación criminal que vincula a uniformados
Romero anticipó una investigación acelerada para dar con los responsables. Se suplantaron al menos 251 pruebas y ahora se anuló todo el proceso de admisión
El ministro de Gobierno, Carlos Romero, advirtió este viernes la existencia de una "asociación criminal" que realizó cobros irregulares e incurrió en hechos de corrupción para la admisión de postulantes a la Academia Nacional de Policía (Anapol). Se anularon todas las pruebas aplicadas hasta el momento y el proceso vuelve a cero.
"Estamos en presencia de una asociación criminal en la que han participado algunos miembros de la institución policial, dos empresas que posiblemente sean ficticias, inexistentes, es decir, personas externas, profesionales, vinculadas al procedimiento de selección, ya sea mediante los exámenes médicos o físicos", lamentó en conferencia de prensa.
Durante las últimas jornadas fueron cada vez más las acusaciones por la forma en la que se realizan las evaluaciones a los jóvenes. Hoy el presidente Evo Morales tuvo que instruir la nulidad de todo el proceso e instó a alejar a los uniformados que dañan la imagen de la institución del orden.
Conferencia de prensa de Romero:
"Los exámenes han sido suplantados, han habido documentos adulterados y los exámenes originales han sido suplantado y hemos decidido que a partir de estas irregularidades que se haga una investigación interna, exhaustiva, acelerada. Se han suspendido los mecanismos de evaluación", agregó el ministro Romero.
El informe de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) indica que se evidenció "255 procesos académicos no fueron efectuados por las personas que decían ser. Los exámenes fueron cambiados. Se secuestraron 251 carpetas y se realizó el allanamiento el jueves en la madrugada en el domicilio de una médico, identificada como Fanny M., encontrando 211.000 bolivianos y 2.500 dólares destinados al pago de servicios que fueron recibidos por al menos ocho personas".
Además se descubrió a 17 jóvenes, 14 hombres y tres señoritas, en un domicilio de propiedad de un teniente de la Policía que tenía en su posesión exámenes que iban a ser utilizados en una de las pruebas. Advierten la existencia de "reclutadores" que gestionaban cobros para garantizar el ingreso de postulantes a la Anapol.
