Las iniciativas se están impulsando recién y ya se ven cambios. Un 71% de la carga marítima boliviana, circula aún por puertos chilenos. El empresariado considera como ‘proyecto estrella’, a puerto Busch. Empezarán a sustituir la carga por Chile

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23 de marzo de 2019, 4:00 AM
23 de marzo de 2019, 4:00 AM

Aunque todavía, el 71% del total de la carga marítima boliviana circula por los cinco puertos chilenos que se usan, hay un incremento de movimiento de mercancía, en los puertos alternativos a los de ese país, en los dos últimos años (2017-2018), en medio de la pelea judicial y la consecutiva resolución de la Corte Internacional de La Haya en contra de los intereses bolivianos de obtener soberanía marítima.

Tanto las entidades privadas como el Estado, se han dedicado a mejorar estas alternativas, especialmente, la salida por Puerto Busch. Pero los empresarios esperan más. Es decir, normativas que les permitan mayor producción para mejorar las exportaciones y contener el déficit de la balanza comercial.

Según los datos analizados del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) y cuadros elaborados por el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), el total de la carga marítima boliviana el 2017, fue de cinco millones de toneladas (t). Para 2018, subió a 5,3 millones de t (5%).

De ese volumen, 3,82 millones de t pasaron por Chile (Antofagasta, Arica e Iquique) el 2017, mientras que 3,81 millones de t fue en 2018. Hubo una disminución del 0,2%. Mientras que la carga marítima por puertos peruanos (Desaguadero) y por el Atlántico (Boyuibe-Fortín Villazón (Paraguay); Boyuibe-Yacuiba-Pocitos (Argentina); Guayaramerín-Cobija-Amazonas; y Puerto Suárez-Corumbá, subió en un 22%. De 1,2 millones de t a 1,5 millones de t.

La mirada hacia otros puertos

Aunque había proyectos postergados por varias décadas, fue luego de que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) emitiera en octubre del año pasado, su sentencia, concluyendo que el país vecino no estaba obligado jurídicamente a negociar un acceso soberano al océano Pacífico con Bolivia, que se empezó a mirar a otros puertos.

Según los datos del mismo Gobierno, coincidentes con la de los empresarios, Bolivia pierde anualmente, hasta $us 1.000 millones por no tener una salida soberana marítima. Y con la demanda a Chile, se esperaba un cambio.

El vicepresidente Álvaro García Linera, había explicado en Bolivia y en el exterior, que en el caso de que Bolivia tuviera mar, “la economía estaría creciendo a una media de un 7% anual, similar a los países asiáticos.

“Pero luego de octubre de 2018, hay una nueva política de Estado. Hoy, contar con tres puertos en la hidrovía Paraguay-Paraná (Aguirre, Gravetal y Jennefer), más los puertos de Ilo y Matarani (Perú) y el anuncio de que Puerto Busch se construirá desde junio (ya se aprobó el Decreto Supremo 3826 de creación del Consejo Estratégico para el Aprovechamiento de Puerto Busch y la Hidrovía Paraguay Paraná), nos coloca en una mejor situación con respecto a lo que era nuestra total dependencia y vulnerabilidad con los puertos chilenos”, declaró el gerente del Ibce, Gary Rodríguez.

Añadió que el sector privado se ha comprometido a empezar a sustituir carga, desde línea blanca, combustible, mercadería de proyectos, vehículos “para dejar de utilizar puertos chilenos”.

Las inversiones

El Gobierno aún no tiene fijado un monto de inversión para los proyectos de infraestructura portuaria, caminera, ferroviaria, etc., a la espera de que se terminen los estudios de factibilidad.

“Los presupuestos estarán en función al estudio, el flujo de carga. En los próximos meses tendremos datos más certeros respecto a cuánto se puede invertir, en qué y cuáles van a ser los proyectos que se van a trabajar”, manifestó el gerente de la Administración de Servicios Portuarios Bolivia (ASP-B), David Sánchez, sobre puerto Busch.

Pero se conoce que hasta 2018, la inversión en puerto Jennefer; por ejemplo, fue de hasta $us 25 millones. El Gobierno, con contraparte empresarial, podría llegar a invertir unos $us 950 millones en Puerto Busch. El Gobierno peruano se ha comprometido con una inversión de $us 14 millones en Ilo este año, fuera de los $us 3 millones del pasado 2018. Y en 2016, la concesionaria Tisur anunció que la inversión ejecutada en Matarani fue de $us 280 millones, medida destacada por la Cámara de Exportadores, Logística y Promoción de Inversiones de Santa Cruz (Cadex).

Mejor producir más

El recientemente elegido presidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), Reinaldo Díaz, aplaudió la iniciativa de potenciar los puertos alternativos, con la firme certeza de que beneficiará el flujo de carga boliviana, tanto de exportación como de importación.

Sin embargo, apuntó que para favorecer a la balanza comercial, desde el Estado se debería generar normas para apoyar una mayor producción y buscar mercados internacionales para su exportación, vía marítima y con otras vías de transporte.

“Mientras más opciones tengamos, para sacar nuestras exportaciones, mucho mejor. El proyecto estrella será Puerto Busch, que va a dar una mejor dinámica al país. Como sector privado, estamos en condiciones de poder apuntalar la iniciativa, pero será importante que se mejore la producción del sector privado. Las exportaciones han caído drásticamente en los últimos años y tenemos que revertirlo. Hay que apuntalar la economía que está estancada”, manifestó Díaz.

Bolivia registra déficit comercial desde 2015. La balanza comercial fue negativa en $us 843 millones. En 2016, el déficit fue de $us 1.305 millones. En 2017 bajó a $us 970 millones; el año pasado llegó a $us 936 millones.

Díaz señaló que el sector agropecuario tiene grandes potencialidades para aumentar la producción. Reconoció también que se han podido viabilizar nuevos eventos biotecnológicos para la producción de biodiésel, con lo que se va a incrementar la producción.

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