Por más de dos horas, los masistas y los activistas del 21-F midieron fuerzas afuera del hotel Camino Real

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29 de agosto de 2018, 4:00 AM
29 de agosto de 2018, 4:00 AM

Activistas de las plataformas del 21-F y un nutrido grupo de masistas se atrincheraron ayer en las afueras del hotel Camino Real, sede de la reunión bilateral que sostuvieron los presidentes Evo Morales, de Bolivia, y Pedro Sánchez, del Gobierno de España.

La esquina de la calle K Este y Salvador se convirtió en el escenario principal de las manifestaciones de apoyo y de rechazo al Gobierno del presidente Morales.

Los activistas del 21-F de varias plataformas ciudadanas, que se atrincheraron en la esquina del supermercado Hipermaxi, eran inferiores en número, pero se dieron modos para hacer escuchar sus estribillos que coreaban contra el mandatario boliviano, que buscará una nueva reelección en los comicios presidenciales de 2019.

Entre los estribillos que coreaban a voz en cuello y otros con ayuda de megáfonos se escucharon reclamos para que el oficialismo respete los resultados del referéndum de reforma constitucional del 2016, reclamaron por los casos de presunta corrupción que involucraron a Gabriela Zapata, expareja del jefe de Estado; por el desfalco del ex-Fondo Indígena y porque las fuerzas del orden no fueron equitativas con el grupo de activistas de Bolivia dijo No.

“¡No, no, no! ¡No me da la gana vivir en dictadura como la venezolana!”, gritaban. “A la Policía le quedan dos caminos: unirse a su pueblo o ser su asesina”, era otro de los estribillos que coreaban las mujeres del grupo de Resistencia Republicana, que lucían una pañoleta roja en el cuello.

El grupo de los masistas era mayor en cantidad de personas, pero fueron superados por sus oponentes en cuanto a los gritos para sentar presencia en la zona. De ese lado se escuchaban gritos contra la derecha política de Bolivia como los de “¡fuera, fuera estos vendepatria!” y estribillos de respaldo al presidente Morales. “¡Evo, amigo, el pueblo está contigo!”.

Ambos bandos estaban cercados por efectivos de la Policía Militar y por los de la Policía, en procura de evitar enfrentamientos. El cerco que formaron los efectivos en la esquina del hotel Camino Real dio el resultado esperado, pues no hubo pelea entre ambos grupos, salvo algunos empujones que se dieron los activistas opositores con los masista tras descuidar el cerco de uniformados. Algunos llegaron con pancartas de rechazo a Morales hasta el lado de los masistas.

Este gesto molestó a los afines al partido de Gobierno, que en represalia atacaron lanzando huevos a sus oponentes que estaban en la esquina del frente.

La protesta de ambos lados duró más de dos horas, en ese ínterin se dieron modos no solo para lanzarse insultos, sino también para entonar el Himno nacional. Cada grupo impuso su estilo propio: los del 21-F entonaron el himno en posición firme y los masistas con el puño izquierdo en alto.

La llegada de Sánchez

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, llegó ayer a las 17:55 a la capital cruceña, luego de concluir su visita al mandatario chileno, Sebastián Piñera.

Tras el saludo protocolar al presidente Sánchez, un grupo de niños lucieron vestimentas típicas de Bolivia y jóvenes bailaron danzas típicas del oriente boliviano, como la danza de los macheteros.

Luego, el alcalde capitalino, Percy Fernández, que llegó hasta el aeropuerto, junto con la presidenta del Concejo, Angélica Sosa, le entregó las llaves de la ciudad. Al munícipe le tocó ver desde una silla el paso del mandatario español para hacer el saludo protocolar. En la comitiva cruceña también participó el secretario general de la Gobernación de Santa Cruz, Roly Aguilera, en representación al gobernador, Rubén Costas.

La visita de Sánchez a Bolivia se da para firmar acuerdos bilaterales con el presidente Evo Morales para concretar la construcción del tren bioceánico.