En los últimos meses, han empezado a aparecer en diversas ciudades de China unos cubículos donde, a cambio de una pequeña suma de dinero, el usuario puede usar todos los productos de belleza y maquillarse. ¿Pero qué tan exitoso puede llegar a ser este curioso negocio que implica compartir productos personales?

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26 de enero de 2019, 16:01 PM
26 de enero de 2019, 16:01 PM
Foto artística de mujer china maquillada
Getty Images
China es uno de los mayores mercados del mundo para la industria del maquillaje.

Una nueva tendencia que consiste en usar "salas de maquillaje compartidas" está generando debate en China, en momentos en que las empresas buscan nuevas formas de sacar tajada de uno de los mercados de productos de belleza más grandes del mundo.

Estas salas destinadas a las mujeres de las grandes ciudades representan una nueva frontera en la gran economía colaborativa de China.

Para muchos, esta modalidad hace que resulte accesible utilizar maquillajes caros. Otros se estremecen ante la sola idea de compartir un lápiz labial con un extraño.

Si bien estos cubículos han aparecido en muchas ciudades chinas desde fines del año pasado, la apertura reciente de uno en Wuhan, en el este del país, ha generado un extenso debate en internet.

Imagen de las salas compartidas de maquillaje.
PEAR VIDEO
Las salas están repletas de maquillaje que la gente puede utilizar pagando una entrada a través de su celular.

¿Pero cómo se usan y qué posibilidades hay de que se implementen en otros países?

¿Cómo se usan?

Los usuarios deben escanear un código QR para pagar un boleto que les permite entrar a la habitación. Allí se encuentran con una silla y una mesa pequeña con gran cantidad de productos de maquillaje, entre los que se incluyen costosas marcas occidentales.

El usuario puede usar todos los productos: desde cremas humectantes hasta polvos, sombras y labiales.

La sala también cuenta con cepillos, pinceles y otras herramientas necesarias para maquillarse.

Estantería con maquillaje.
CHUTIAN METROPOLIS DAILY
Pagada la entrada, los clientes tienen barra libre para utilizar todos los productos que deseen. La mayoría de alta gama.

Los productos en el cubículo de Wuhan tienen un valor estimado de US$590. Por esta razón, cámaras de CCTV controlan las instalaciones.

Usarlas entre 15 y 45 minutos tiene un costo relativamente económico. En la habitación de Wuhan, lo máximo que puede gastar un cliente en una sesión son US$8,50.

¿Qué opinan los posibles clientes?

Las mujeres jóvenes que han probado los cubículos, entrevistadas por la BBC, valoraron la iniciativa.

"Me pareció muy bien. Es una idea muy creativa y novedosa", opinó Liu, una mujer de unos 20 años de Wuhan.

Sin embargo, agregó: "No creo que las use con frecuencia porque no me parecen muy prácticas".

Mujer china maquillándose con una brocha.
Getty Images
Las clientas de estas salas compartidas pueden usar también todos los utensilios disponibles para aplicar el maquillaje.

Otra mujer en Shanghái dijo que las volvería a usar porque tenía la piel muy dañada y por ello requería de productos de gran calidad.

En los foros, la respuesta es mixta.

Muchos en la red china Weibo (semejante a Twitter) creen que el concepto puede ser exitoso porque le permite a la gente probar los productos sin que "los bombardeen los empleados de las tiendas de maquillaje", o sin que los persuadan de comprar productos costosos que pueden no ser los más idóneos para ellos.

Una usuaria en la provincia de Shandong dijo que la habitación estaba "bien", sobre todo porque tenía utensilios desechables para poder aplicarse el maquillaje.

Pero otras no creen que sea buena idea compartir ciertos productos de maquillaje con extraños.

"El lápiz de labios, por ejemplo, lo usará mucha gente. No es muy higiénico", señaló una joven en Wuhan.

"Los cosméticos son productos personales, esta no es una idea que a mí me atraiga", señaló otra, mientras que varias mujeres se mostraron preocupadas ante la posibilidad de contraer un virus o desarrollar un problema cutáneo.

Hombre de rasgos asiáticos maquillándose frente al espejo.
Getty Images
Los jóvenes que se maquillan también están aumentando en China.

Según le dijo un vendedor al periódico local Beijing Youth Daily, las cabinas podrían llegar a atraer hasta 80 clientes por día.

Pero hasta ahora, solo un puñado las están usando.

¿Son realmente un concepto novedoso?

Los cubículos para compartir maquillaje son relativamente nuevos. Comenzaron a aparecer en China en octubre de 2018.

Los establecen por lo general empresas privadas, no las marcas de maquillaje, y pueden encontrarse en las ciudades chinas más importantes entre las que se incluyen Pekín, Shanghái, Cantón y Nanjing.

Grandes habitaciones públicas que ofrecen servicios similares existen en Japón y Corea del Sur desde 2014.

El concepto es parte de una moda que promueve compartir productos y que llegó al mercado chino en años recientes.

Entre los servicios que se comparten más populares se encuentran el alquiler de bicicletas o los cargadores de celulares, pero en China existen otros servicios para compartir un poco más extraños como, por ejemplo, el alquiler de paraguas y pelotas de básquet.

China promueve las tecnologías compartidas, con el argumento de que son buenas tanto para la economía como para el medio ambiente.

Y, en el caso de las marcas de lujo, sirven para que los usuarios puedan aprender a diferenciar bienes auténticos de falsos, en un mercado cada vez más saturado.

¿Se harán realmente populares?

Es posible que acaben siendo populares dado el incremento del poder adquisitivo de los consumidores urbanos y su deseo de gastar el dinero que les sobra en cosméticos.

Lápices de labios
Getty Images
Para muchos, compartir algo tan íntimo como un labial con un extraño, es inaceptable.

Según una investigación de la agencia OC&C Strategy Consultants, China tiene el mayor mercado de productos para el cuidado de la piel del mundo, valorado en US$22.000 millones, después de EE.UU.

Las mujeres chinas, según el sondeo de la agencia, han añadido más pasos y han comenzado a utilizar más productos en su rutina de belleza diaria en los últimos años.

Se estima que la mujer china promedio sigue un régimen de seis o siete pasos para cuidarse la piel, antes de ponerse maquillaje.

Para Pascal Martin, socio de la agencia, China "tiene un mercado de cosméticos masivo con una gran posibilidad de crecimiento".

El interés por las celebridades jóvenes y de piel lozana también ha impulsado el gasto en productos para la piel. Muchos consumidores gastan fortunas en productos asociados a sus celebridades favoritas.

Y en las redes también se ha visto un aumento en la cantidad de tutoriales que enseñan a maquillarse.

No obstante, Martin dice que las cabinas están aún en una fase experimental y no está seguro de que se conviertan en un éxito.

En su opinión, la preocupación por la higiene puede ser un obstáculo importante.

"Es posible que los promotores de este concepto hayan convencido a los inversionistas para que pongan dinero, aunque el concepto no esté acabado".

"Hay muchos ejemplos en China de conceptos originales que despegan repentinamente con el respaldo de un gran capital, y luego se topan con la realidad antes de reducirse en escala o desaparecer".


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